la ciudad de la piel de plata

Emocionante final de la Trilogía de Bilbao Ciudad de plata y piel

En esta historia épica, seguimos los pasos de Alberto Cepeda, quien regresa a su ciudad natal después de diez años de exilio debido a las amenazas de ETA a sus padres. En 1993, Alberto es contratado por un estudio de ingeniería para trabajar en la construcción del famoso museo Guggenheim, un símbolo de la era moderna que se levanta en Bilbao.Desafiando sus propios temores y los del resto de la ciudad, que aún vive bajo la sombra del terrorismo, Alberto se adentra en las entrañas de la ciudad para cumplir con su trabajo. Allí se reencuentra con Izarbe Segurola, la hija de su jefe, por quien siente una profunda atracción. Ella le revela un secreto familiar vinculado a una niña que fue robada durante la guerra civil, lo que lleva a Alberto a investigar el turbio pasado de su ciudad.Una cautivadora novela que nos lleva en un viaje por el Bilbao de los años sesenta hasta la transformación de la ciudad en los años noventa con la llegada del Guggenheim, siendo este el final de la trilogía de Modroño dedicada a esta ciudad.

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La ciudad de la piel de plata: un lugar marcado por la violencia y el exilio

La ciudad de la piel de plata es un lugar con una historia marcada por la violencia y el exilio. Desde su fundación, ha sido un refugio para aquellos que buscaban escapar de conflictos políticos y sociales en sus países de origen. Sin embargo, esta misma historia ha dejado profundas cicatrices en la ciudad y en sus habitantes.

La violencia ha sido parte de la vida cotidiana en la ciudad de la piel de plata durante décadas. Los enfrentamientos entre distintos grupos políticos y guerrilleros, así como la presencia constante de fuerzas militares, han dejado un rastro de destrucción y dolor. Las calles están llenas de historias de violencia y la población ha aprendido a vivir en medio de un clima de miedo e incertidumbre.

Pero la violencia no es el único factor que ha marcado a la ciudad. Muchos de sus habitantes son exiliados que han huido de sus países buscando protección y una nueva oportunidad de vida. Para ellos, la ciudad de la piel de plata representa un lugar de esperanza y seguridad. Sin embargo, también cargan con el peso del desarraigo y la nostalgia por lo que dejaron atrás.

La ciudad de la piel de plata es un lugar de contrastes. Por un lado, su belleza arquitectónica y su rica cultura atraen a turistas y la convierten en un destino popular. Pero por otro lado, la realidad de la violencia y el exilio se mantienen presentes en la vida diaria de sus habitantes. Es una ciudad compleja y llena de contradicciones.

Sin embargo, a pesar de todo, la ciudad de la piel de plata sigue latiendo y sus habitantes continúan luchando por un futuro mejor. La resiliencia y la fuerza de su gente son una muestra de que, a pesar de las adversidades, siempre hay esperanza.

El regreso de Alberto Cepeda: una historia de valentía y superación en su ciudad natal

Luego de años de ausencia, el famoso atleta Alberto Cepeda regresó a su ciudad natal para dar una charla motivacional en su antigua escuela. La noticia causó revuelo en la localidad, ya que Alberto es considerado como uno de los mayores exponentes deportivos de la región.

Con una sonrisa en el rostro y una actitud humilde, Alberto subió al escenario y compartió su historia de vida con los presentes. Nacido en una familia humilde, siempre tuvo un amor innato por el deporte, especialmente por el atletismo. A pesar de las dificultades económicas, nunca dejó de entrenar y luchar por sus sueños.

“Cuando era niño, muchos me decían que era imposible lograr grandes cosas viniendo de un lugar como este. Pero yo me negué a creer eso. Mi ciudad no era un obstáculo, era mi motivación para demostrar que con esfuerzo y determinación, todo es posible”, expresó Alberto mientras el público lo ovacionaba.

Con el tiempo, Alberto dejó su huella en el atletismo nacional e internacional, ganando medallas y rompiendo récords. Pero nunca olvidó sus raíces y siempre tuvo presente a su ciudad natal en cada competencia. Su regreso fue un mensaje de esperanza y motivación para los jóvenes que lo escuchaban atentamente.

La valentía y superación de Alberto no solo se vieron reflejadas en su carrera deportiva, sino también en su labor como fundador de una organización que ayuda a jóvenes talentos de escasos recursos a desarrollarse en el deporte. Esta iniciativa ha cambiado la vida de muchos niños y le ha dado a la ciudad un nuevo sentido de unidad y orgullo.

Su legado es un ejemplo a seguir para las futuras generaciones, recordándonos que el lugar donde nacemos no define nuestro destino, sino nuestras acciones y perseverancia.

1993: el año que cambió la vida de Alberto en la ciudad de la piel de plata

Hace 28 años, en el año 1993, la vida del joven Alberto dio un giro inesperado en la ciudad de la piel de plata. Una ciudad llena de luz, color y magia, pero también de desigualdades y conflictos.

Alberto vivía en un barrio humilde de la ciudad, rodeado de su familia y amigos. Era un joven curioso, soñador y con una gran pasión por la música. Sin embargo, su vida cambiaría por completo durante ese año.

Un día, mientras caminaba por las calles de la ciudad, Alberto descubrió un lugar mágico. Un lugar lleno de música, arte y cultura. Era un centro comunitario que ofrecía talleres gratuitos a los jóvenes del barrio. A partir de ese momento, la vida de Alberto tomó un rumbo totalmente distinto.

En este lugar, Alberto pudo explorar su pasión por la música y aprender a tocar diferentes instrumentos. También pudo expandir su creatividad y talento a través de diferentes actividades artísticas. Fue ahí donde conoció a personas que compartían su amor por la música y juntos formaron una banda.

Gracias a este centro comunitario, Alberto encontró su verdadera pasión en la vida. La música se convirtió en su refugio y en una forma de expresarse y transmitir mensajes importantes a través de sus letras.

Ahora, en el año 2021, Alberto es un reconocido músico en la ciudad de la piel de plata. Su vida no sería la misma sin el año 1993 y sin ese centro comunitario que cambió su destino. Él siempre recuerda ese año como uno de los más importantes y significativos de su vida.

Un año que demostró que incluso en medio de la adversidad, con determinación y apoyo, se pueden lograr grandes cosas.

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